Canción 2: La posada de los muertos

Canción 2: La posada de los muertos

El concierto no podía haber ido mejor, los gritos de los fans, la increíble voz de Ashley resonando por toda la sala acompañada por una banda perfecta. Habían habido algunos errores (cosas del directo) pero en general todos habían pasado uno de los momentos más increíbles de sus vidas.

 

Los cuatro integrantes de la banda se habían retirado a los camerinos mientras la gente abandonaba la sala. Habían acabado más tarde de lo que esperaban, pero la noche no iba a terminar ahí y todos lo sabían. Cuando les informaron de que ya no quedaban “fans locas” en el Bahamut todos se dirigieron bromeando hasta una de las barras del bar.

 

– Bueno chicos… Ahora toca ¡CELEBRAR NUESTRO GRAN ÉXITO!- Dijo Ashley todo emocionado, y los otros no pudieron evitar sonreír. Todos sabían cómo se celebraban los grandes logros de la banda. Con un juego de bebidas. Era su pequeña tradición  y los cuatro sabían lo que le esperaba al primero en caer. Bromas pesadas y fotos comprometedoras.

 

– Te veo muy confiado Ashley. ¿Has estado alimentándote bien últimamente?- Preguntó Vladimir de manera socarrona.

– Por supuesto, hoy todos vais a caer ante mí.

 

Ese fué el tiro de salida para su pequeña competición. El grupo pidió al camarero que les sirviera la primera ronda de chupitos y todos se miraron desafiantes.

 

– Las damas primero, empieza tú Violet.- Dijo Gabriel divertido.

– Ok. ¡Que beba la persona que ha estado con más de 5 parejas distintas este último mes!- Tanto Vladimir como Ashley vaciaron el vaso y pidieron que se lo volvieran a llenar.

– Bien jugado querida, pero ahora me toca a mí.- Dijo Vladimir sonriendo malévolamente, adoraba ese juego. – ¡Qué beba quien haya mirado porno esta última semana!- Ante eso todos empinaron el codo sin dudarlo.

-Vaya quien iba a decir que nuestro puro y casto Gabriel mirara porno… – Se burló Ashley.

– Ante todo soy un hombre ¿sabes? ¿Y por qué nadie se sorprende de que Violet lo haga?- Respondió Gabriel un poco sonrojado.

– Es simple, porque soy una pervertida y ellos lo saben.- Respondió esta sin avergonzarse, cosa que hizo estallar de risa a todos los presentes.

-Ok, ok entonces me toca a mi.- Dijo Gabriel animado- ¡Que beba quien se haya liado con alguien de su mismo sexo!

– ¡Eso es injusto!- Replicó Ashley mientras vaciaba el vaso.- ¡Todos sabéis que soy gay!

– Que no te escuchen tus fans o se van a llevar una decepción.- Respondió Gabriel vacilón.

 

El juego siguió durante un rato. Hicieron beber a quien fuera virgen (Violet), a quien fumara (Vladimir), a quien todavía dormía con su peluche favorito (extrañamente Ashley) y de repente llegó un momento en que se formó una extraña alianza. Todos contra Ashley. Como su vocalista era tan narcisista el resto de miembros se moría de ganas de gastarle algunas bromas así que empezaron a hacer preguntas para que sólo bebiera él.

Tras usar sus más viles artimañas consiguieron hacer caer al vocalista (que tenía buen aguante), pero no antes de que Violet y Gabriel hubiesen sufrido algunos efectos secundarios del alcohol. En cambio Vladimir estaba perfectamente, era el mejor bebedor del grupo y lo sabía, por lo que disfrutaba molestando a los otros cuando se emborrachaban. Especialmente a Ashley porque cuando estaba sobrio era demasiado “cool” cosa que internamente enfurecía al bajista.

 

– Al fin has caído en mis redes pequeña rata de pelo azul.- Dijo Vladimir sonriendo de manera malévola.- Podríamos hacerle fotos desnudo y publicarlas en su facebook, seguro que sus fans estarían encantadas.

– O mejor… le hacemos creer que se ha enrollado con una chica esta noche, estaría escandalizado.- Respondió Violet también sonriendo de manera maquiavélica. Pero cuando intentó andar hacia su víctima se tropezó y se precipitó al suelo.- Vaya, esa ronda final me ha afectado más de lo que esperaba.

– Chicos, chicos. Debéis controlar esas ansias de trollear a Ashley. ¡Si os pasáis de la raya vete a saber cómo nos lo hará pagar! – Protestó Gabriel, que como siempre era el que tenía más sentido común.

– Aguafiestas, si eres tan aburrido las mujeres no te van a … – Pero Violet no pudo terminar la frase porqué se volvió a tropezar con sus propios pies. Los dos chicos que quedaban en pié se miraron y estallaron en risas.

– Mi dulce dama oscura- Dijo Vladimir- creo que está un poco bebida, ¿me dejaría ser su escolta hasta su morada? – Sin esperar respuesta alguna, levantó a la guitarrista y la cargó en su espalda. Violet no protestó, en vez de eso se acomodó y cerró los ojos.- Voy a llevarla a casa.Ocúpate de ese engendro.- Y tras señalar a Ashley con la cabeza se despidió con una sonrisa y se fué.

 

Gabriel se quedó solo con su amigo. Se acercó a él y le sacudió para que se levantara. Pero no surgió efecto. Lo único que consiguió fue que Ashley emitiera unos extraños e inteligibles quejidos. En ese momento Gabriel pensó que podía hacerle un sinfín de putadas, Ashley estaba totalmente vulnerable. Pero Gabriel era bueno, nunca dejaba que los demás se pasasen de la raya y  evitaba ponerlos en compromisos (Ashley y Vladimir se bastaban y sobraban para eso). Así que pensó que podía hacer con Ashley y decidió que lo más conveniente era que se quedara en su piso. (Un pequeño apartamento a 20 minutos a pié donde Gabriel hacía su vida de estudiante).

 

– ¡Vamos Ashley! Te llevaré a mi piso. – Lo agarró por la cintura y deslizó uno de los brazos de Ashley por encima de su cuello, cargando todo su peso. “¡En qué estaba pensando cuando le dejé beber tanto! Luego soy yo el que tiene que cargar con las consecuencias.” Pero al girar la cabeza y ver a Ashley tiernamente dormido su enfado desapareció. No podía enfadarse con Ashley, cuando lo miraba le daba energías para seguir y aunque su día hubiese sido una mierda, pasar cinco minutos con su mejor amigo conseguía hacerle sonreír.

 

Lentamente avanzó con Ashley a rastras hasta salir del local y se dirigió hacía su casa, le esperaba un camino muy largo si Ashley no despertaba y colaboraba un poco. Entonces, como si hubiese escuchado su pensamiento Ashley abrió los ojos.

 

– ¿Dónde me llevas guapetón?- Dijo el vocalista con un tono de voz que dejaba claro su estado de embriaguez.

– Te llevo a mi casa, luego te meteré en la cama, te pondré el pijama y tú dormirás hasta mañana por la mañana sin molestarme.

– Entonces, quieres desnudarme, quien lo hubiese dicho de Gabriel… ¡Me amas!

– No te amo, ¡Dios!- dijo exasperado- ¡Cuando estás borracho eres insufrible!

– No te enfades…- Protestó Ashley con voz aniñada- ¿Sabes que te quiero mucho mucho mucho? Gabriel el chico dulce. Si fueras gay te follaría una y otra…

– ¡ASHLEY!

– Tienes razón, creo que sería al revés…

– Ashley, calla AHORA.

 

Al final Ashley cerró el pico y sólo se dedicó a intentar andar (inútilmente) por lo que el pobre Gabriel tuvo que seguir cargando con todo su peso a lo largo del callejón en el que se encontraban. De repente el vocalista alzó la cabeza asustado, había reconocido esa calle. No hacía mucho había pasado por allí.

 

Los nervios de Ashley aumentaban por momentos, no podía ser, era imposible. Pero no se sacaba esa horrible sensación del cuerpo, así que reunió todas las fuerzas que pudo para intentar ponerse en pié. Inesperadamente lo logró y acto seguido avanzó todo lo rápido que se lo permitieron las piernas hasta el pequeño escondrijo tras unas basuras donde sabía que iba a encontrarle.

 

Y lo encontró, tumbado en el suelo con la mirada vidriosa y la cara desfigurada por el terror se hallaba el hombre con el que había soñado esa noche. La impresión fué demasiado grande para él, retrocedió asustado y se chocó contra el pecho de Gabriel que se había quedado de piedra delante del cadáver.

 

– MIERDA.

 

Gabriel no podía haberlo expresado mejor, se acababan de meter en una gran mierda. Ashley estaba aterrorizado, el tío con el que había soñado la noche anterior se hallaba muerto en sus pies. Su rostro perdió color y le entraron náuseas. Por suerte Gabriel estaba allí,  y lo sujetó.

– Voy a llamar a la policía.- Dijo Ashley intentando calmarse y recuperar un poco su autoconfianza. Sacó su teléfono móvil del bolsillo y marcó el número de la policía rápidamente. Les informó de la situación como mejor pudo y colgó. – Llegarán en diez minutos. ¿Lo tapamos o algo? Da mal rollo mírarlo.

– No, lo mejor será no tocar el cadáver.

 

Incapaces de decir nada más se quedaron en silencio. Entonces incapaz de serenarse del todo, Ashely agarró con fuerza la mano de su amigo. Las cálidas manos de Gabriel le tranquilizaron. “No pasa nada, tranquilo, esto sólo ha sido una coincidencia.” Lentamente los alocados latidos de su corazón empezaron a calmarse. Entonces llegó el equipo policial.

Acerca de 777violeta

Mi nombre es Eva y soy la administradora de este blog. Lo he tenido olvidado mucho tiempo pero quiero resucitarlo. Aquí cuelgo Dark Sonata y otros fics de parejas conocidas y otras extrañas.

Publicado el febrero 26, 2013 en Dark Sonnata y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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